Las dos caras de una misma moneda

No es nada fácil ser yo. Me invaden dualidades y dicotomías. Porque por un lado pienso: estaría bueno poder tener un novio, alguien que te mime, alguien a quien mimar, alguien con quien hacer fiaca en la cama un domingo a la mañana...

En la realidad, eso es inconcebible. No lo puedo concebir. Me aterra. No quiero saber nada con eso. Es solo una imagen lejana que se ve linda en mi cabeza, pero todos sabemos que esa cercanía con una persona implica muchas cosas. Si llego a ese estado ya estoy ahogada con un metro de agua por sobre mi cabeza.

El despertarse un domingo a la mañana con una pareja implica que yo ya estoy hasta las manos; jugadísima. En ese estado Alba se transforma de estado sólido a gaseoso. Una cosa amorfa que se adapta al recipiente que lo contiene. Una cosa que deja de tener vida para poder ver al chico que ocupa sus pensamientos el día entero. Y eso es malo, MUY malo. Odiamos a esa Alba. Pero, cómo evitarlo? Echandole fly a los hombres es una buena forma...  pero probablemente no sea la más inteligente.

Yo tengo que ser el centro de mi vida, siempre. Un hombre no me va a sacar de mi eje. Un hombre no me va a modificar mi vida. No voy a cambiar mis hábitos por un hombre. No queremos a esa Alba.

Por suerte, seguiré cómodamente durmiendo sola...

2 valientes me dicen...:

Nike | 24 de enero de 2010, 17:22

Jejejeje muy buenoooo!!!!!!

¡Qué linda trampa que te mete el inconsciente, él cambia todo lo que dice "sí", por "no", y todo lo que dice "no", por "sí"! xD

Estamos de acuerdo: «Yo tengo que ser el centro de mi vida, siempre» jajaja ¡qué chica!!!

La verdad, ya con el título del blog me sonreí mucho xDD

¡¡Gracias por tus intelectuales comentarios!!! Un saludo =D

Alba | 25 de enero de 2010, 7:33

Gracias a vos por los tuyos! =)