Creo que volví...

...y para suerte mia y de toda la humanidad, no soy millones. Soy una sola, no sé si la misma pero soy una sola.

Podrán imaginar que en tantos meses de ausencia pasaron millones de cosas. Pasaron millones y ninguna también.

Vamos al grano, a lo que compete este espacio, sigo más sola que neurona de modelo. Bueno, sí, a principio de año empecé a salir con un chico divino que vivía dejandome plantada. ¿Cómo terminó? El señorito que estaba tan enamorado desapareció de la faz de la tierra. Así de repente, de la nada misma. Fue abducido por ovnis, no sé... es una posibilidad.

Lo que sé es que el 4 de marzo le mandé un mensajito para ver a que hora calculaba que iba a llegar a casa al final (lo estaba esperando hacía ya unas horas) y todavía estoy esperando la respuesta.

No, en serio, tengo un radar importante para detectar a los hombres más boludos e hijos de puta del mundo. Estoy harta, en serio. Lo voy a poner en mercado libre así aunque sea gano un par de ¿millones? dólares. Bueno che... no cualquiera tiene un arma como esta, además no falla nunca. ¡Es infalible! Eso cotiza.

¿Será que tengo problemitas?

Anoche soñé que tenía un agujero en la mano izquierda.

Bah, no. No era un agujero. Era un pozo. Un pozo escalonado. Tres escalones. Estaba en la parte de arriba de la mano. Tres centímetros de diámetro. Mas o menos a la altura del dedo del medio para el lado del dedo índice y pulgar. Pero no estaba lastimada, eh. Era todo piel normal. 

Creo que me desperté del asco cuando lo ví. ¡Fue terrible! Pobrecita yo...


Empiezo a dudar de mi sanidad mental. ¿Tendrán razón los que dicen que estoy loca?

Cosas que (me) pasan

Todos los hechos aquí relatados son verídicos y forman parte de mi vida (cotidiana).

Resulta que salí a las corridas del trabajo para ir al oftalmólogo. Tan a las corridas que casi me olvido de llevar la dirección. Entré rápido a la ofi nuevamente agarré un papelito, copié dire y salí corriendo.

Obviamente no sé qué catso le paso al cole en el camino que estuvo frenado 10 minutos, yo desesperada porque llegaba re tarde. Finalmente me bajé y caminé velozmente hasta el consultorio. Llegué a la puerta. Puerta negra. Dos timbres, ninguno decía nada. Toco los dos -ya era re tarde-, nadie contesta. Toco de vuelta, bien fuerte. Me atienden.

- Tengo un turno con el Dr. López
- No, acá no hay ningún Dr.
- Ah… bueno. Gracias

Ehm… ¿y ahora qué? ¡LPM! ¿Puedo ser tan pelotuda de no anotar el teléfono por las dudas? ¿Puedo? Sí, puedo. Bueno, pensá Alba, pensá. Entro a la cartilla online con el celu de trabajo. Mientras, caminaba y miraba los timbres a ver si decían algo.

En eso, veo un encargado en la vereda. Le pregunto sobre un consultorio. Me dice que en tal edificio, primer piso, había un consultorio. Y la otra -la otra vengo a ser yo- se mandó nomás.

Entré a una sala de espera con suficientes personas como para hacer un papelón y que hablen de mí el resto de tiempo que les quedara hasta ser atendidos -y más también-. Le dije a la recepcionista medio de lejitos que tenía un turno con el Dr. Lopez pero que estaba perdida y no sabía si estaba en el lugar indicado o no. La señora me comentó que había un traumatólogo y un oftalmólogo y uno era el Dr. Lopez pero no estaba atendiendo. Ok, definitivamente estaba en el lugar equivocado. Saludé y me fui.

Cuando salí lo veo al encargado nuevamente y le dije que no era ese consultorio al final. Le pregunté si sabe de otro -ya que estamos de papelonera- y se da vuelta y me dice: sino ahí en frente.

¿Quieren saber lo que había en frente? Había un cartel gigante, luminoso, alto, bien llamativo que decía “CENTRO OFTALMOLÓGICO”.

Crucé al mejor estilo Phoebe y le expliqué a la chica de recepción que me había perdido.

No dejo de sorprenderme de mi misma, día tras días, semana tras semana, año tras año...

NO SOMOS PELOTUDAS, NOS HACEMOS

A vos que sos hombre te digo lo siguiente:

No dá que te rasques/toques las bolas en medio de una "cita" con una chica. No dá.

No importa como la dibujes, nos damos cuenta. La típica "mano en el bolsillo" es ampliamente conocida y ni te cuento si usás esta técnica de modo alevoso.

Sinceramente, no sé como andan por la vida con el bulto ese entre las piernas. 

Chicas, ¡sean agradecidas que son mujeres! Si, si. Todo tiene sus pros y sus contras pero te aseguro que: mujer > hombre. Ampliamente.

Un domingo lloroso...

Bueeeno....

Resulta que después de que varias personas me recomendaran un libro, me dispuse a leerlo.

El libro se llama "El caballero de la armadura oxidada". Es cortito y lo leí después de mi desayuno dominical.

Me lo pasé llorando TODO EL PUTO LIBRO. Se me caían las lágrimas una, tras otra, tras otra. Me recuperaba y vuelta a llorar por otra cosa. Terrible. ¿igualación, que le dicen en psicología? Bueh...

Y no es un libro de llorar eh... es solo que soy medio pelotuda y llorona.

¡Muy lindo el libro igual, eh!

PPSSSSSTTTTT!!!!!!!!

¡Ey!

¡Ey, vos!

Sí, si. A vos te estoy hablando. Dale, no te hagas el boludo. Si si, te queda re bien, pero no dá. Te estoy hablando en serio. Vení, acercate... no tengas miedo. Te hablo despacito así nadie escucha...

¿ME QUERÉS EXPLICAR PARA QUÉ MIERDA SEGUÍS LEYENDO MI PUTO BLOG? DALE, EXPLICÁMELO. EXPLICAME PORQUE NO ENTIENDO. NO LO ENTIENDO.

La frutilla del día

La gran teoría gran

Listo, ya está. Lo resolví. Finalmente tengo la respuesta a todas mis inquietudes, la explicación de todos mis problemas.

¿Preparados? ¡Aquí va eh!

¡Los hombres no se enamoran! ¡JA!

- ¡Psssttt!

¡LPM! ¡Uno ya no se puede ni expresar en paz!

- ¡PPPPSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTT!
- ¿Qué? ¿QUÉ? ¿Qué querés?
- Alba, Albita, mi amor, mi vida… que no se enamoren de vos no quiere decir que no se enamoren.
- ¿Ah no? ¿Ah no? ¿Y qué quiere decir? ¿Eh? ¿Eh? Dale, ¿a ver? decime, vos que te las sabés todas. ¿Qué quiere decir?
- Quiere decir que no se enamoran de vos…
- Ajá… ¿y a mí qué? ¿Qué me cambia eso? ¿Eh? ¿Eh? El resultado es el mismo, así que es lo mismo.
- …
- Además, además a mi no me consta. No me consta. Y si a mi no me consta es porque no pasa. No se enamoran.
- ...
- ¡Forra!

#$%&#$!$%&

Probé de todo: agua con sal, Vick Vaporub, baños de vapor, ponerme cabeza abajo, derme golpecitos arriba de la ceja como una pelotuda. Todo para NADA!

Y eso fue ayer... y encima cagada de hambre. No me gusta comer y no sentir el gusto de lo que estoy comiendo. Es al pedo comer así. Así que prefiero no comer directamente.

Para los que aún no se dieron cuenta, tengo sinusitis.Y ya estoy un poco sorda también de tanto sonarme la nariz intentando destapármela.

Hoy a la mañana logré desayunar, tuve una ventana ahi después de ducharme que me permitió degustar mi infaltable café matutino. Obviamente me duró lo que un suspiro.

Y nuevamente, Vick Vaporub, vapor con olla de agua caliente, golpecitos pelotudos en la frente. Me resigné a encerrarme quince minutos en el baño con la ducha de agua caliente abierta. Después de TODA esa odisea, tuve ¿cuánto? ¿una hora? de olfato -como mucho-. Genial

En este momento, me caen lágrimas sistemáticamente del ojo derecho (el seno paranasal frontal -gracias google- es el que me está rompiendo las bolas desde ayer).

Ahora tengo que empezar de vuelta porque tengo ganas de tomar un vaso de coca. Algo tan simple como tomar un puto vaso de coca! 

Tengo los oídos tapados también, les dije?

Razones por las cuales la gente me cae mal

Escenario:
Mañana primaveral. Aproximadamente 15°C en la Ciudad de Buenos Aires. Salgo de mi departamento alegremente y emprendo mi viaje matinal hacia el trabajo. Camino las dos cuadras que me separan de la parada del colectivo disfrutando de la brisa primaveral. Visto una simple remera blanca y un saquito rosado tipo cardigan con pañuelito en el cuello haciendo juego.

Hasta ahi vamos bien.

Viene el colectivo -lleno, obviamente-, subo lalala. Y al toque noto algo que me saca. Me saca en la calle desde ayer, me saca en el colectivo, me saca. Mujeres con botas, tapados, bufandas. Hombres con camperas abrigadísimas…. ¿¿¡¿¡¡HOLA?!?!?! ¿¿¡¿¡¡PRIMAVERA?!?!?! ¿Te suena? Después intento tranquilizarme a mi misma –mentira-, me digo cada loco con su tema… si quiere usar las botas no es mi problema, si se quiere abrigar y transpirar como un equilibrista en la cuerda floja, no es mi problema, no tiene por qué afectarme.

Ahora bien, si estamos todos compartiendo un colectivo, empieza a ser un poco mi problema. Repasemos, mañana primaveral, 15°C en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Me quieren explicar por qué puta no abren las putas ventanas del puto colectivo? ¿EH? Yo estaba parada, en la parte trasera del colectivo, mirando hacia el lado de asientos dobles ocupados todos por mujeres. TODAS las ventanas cerradas.

En un momento, indignadísima, pregunto amablemente en voz bien alta (dirigiéndome más que nada a las cuatro mujeres que tenían una ventana al lado):

- ¿Alguien puede abrir una ventana por favor que hacen más de 15°C afuera?
- …
- ¿No? ¿¡Nadie!? ¡GRACIAS!

La próxima vez no voy a ser tan amable. Voy a exigir que respondan, ¿qué son, sordas? ¿todas? ¿de repente? Que me expliquen por qué puta no pueden abrir la puta ventana. O puedo armar un escándalo y hacer que me desmayo por falta de oxígeno o que me agarra un ataque de claustrofobia. Forras.

Esto es parte de lo que tengo que sufrir todas las mañanas…