Cinco... cuatro... tres...- a maquinar!

Una vez  que salí del aula empecé a analizar, escudriñar, reflexionar.

 -  Me parece que me fui muy rápido, no? Me debería haber quedado un rato más. Habré quedado como una cortada?... no pero si fui agradable… además hay que entender que yo había dormido cuatro horas la noche anterior y estuve todo el día de aquí para allá trabajando. Estaba cansada. Es lógico que si voy del trabajo a la facultad, cuando termina la clase me quiero ir. Saludé como se debe y me fui. No veo qué tiene de malo eso.
-  Te escapaste. Es más que evidente que no sabías qué hacer y tenías miedo y te fuiste. Eso de escapar te sale re bien.
-  No! No me escapé! No quería molestar.
-  Na na na… a mi no me vengas con eso. Yo te conozco… estaban ellos tres nomás… te podrías haber quedado a charlar un poco más tranquilamente.
-  Ni loca! Para qué? Para llegar a ese momento incómodo donde nadie sabe qué decir y en realidad están esperando que te vayas? No, de ninguna manera.
-  Ok ok… al menos admití que te hubiera gustado quedarte un rato más.
-  Como gustar… si, creo que me hubiera gustado…
-  Sos una tarada. Por qué no te quedaste entonces?
-  Ya te dije por qué no me quedé! Prefiero quedarme con las ganas a que piensen que soy una pesada o peor aún que Julián se crea que me gusta.
-  Qué tiene de malo si cree que te gusta?
-  Primero y principal, que él no me gusta. Y no quiero que piense que sí, cuando no es así. Punto número dos, si bien no me gusta, el hecho de quedarse denota lo contrario e incluso se podría decir que hasta me hace ver un poco desesperada.
-  Ay, nena! Vos y tus telenovelas! Todo por intercambiar dos palabras más o dos palabras menos con el pobre chico.
-  Uy  bueno che… dejame a mi y a mis telenovelas en paz…