Mi segundo día de clases...

¿Adivinen qué?

Mi orgullo y yo nos volvimos a perder. Yo ya sabía que me iba a pasar de vuelta. Creo que tardé como media hora veinte minutos en dar con mi aula. ¿Saben qué es lo peor? Que el aula el donde estábamos era donde yo me había dirigido en un principio cuando llegué, solo que no me pareció ver a mi grupo y decidí que esa no era mi aula. Si si, así de inteligente soy.

Todo hubiese sido más sencillo si yo hubiese llevado los números de teléfono de mis compañeros conmigo para llamar en un caso así, pero gracias que me acuerdo de lo básico para salir a la calle (ropa). 

La clase estuvo divertida. Fue solo práctica, no hubo teórica y estuvo bien.

Si si, ya sé... quieren saber sobre Julián... YO TAMBIÉN!

Será hasta la próxima clase. La tercera es la vencida!!! No me voy a perder!

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