Cosas que (me) pasan
Todos los hechos aquí relatados son verídicos y forman parte de mi vida (cotidiana).
Resulta que salí a las corridas del trabajo para ir al oftalmólogo. Tan a las corridas que casi me olvido de llevar la dirección. Entré rápido a la ofi nuevamente agarré un papelito, copié dire y salí corriendo.
Obviamente no sé qué catso le paso al cole en el camino que estuvo frenado 10 minutos, yo desesperada porque llegaba re tarde. Finalmente me bajé y caminé velozmente hasta el consultorio. Llegué a la puerta. Puerta negra. Dos timbres, ninguno decía nada. Toco los dos -ya era re tarde-, nadie contesta. Toco de vuelta, bien fuerte. Me atienden.
- Tengo un turno con el Dr. López
- No, acá no hay ningún Dr.
- Ah… bueno. Gracias
Ehm… ¿y ahora qué? ¡LPM! ¿Puedo ser tan pelotuda de no anotar el teléfono por las dudas? ¿Puedo? Sí, puedo. Bueno, pensá Alba, pensá. Entro a la cartilla online con el celu de trabajo. Mientras, caminaba y miraba los timbres a ver si decían algo.
En eso, veo un encargado en la vereda. Le pregunto sobre un consultorio. Me dice que en tal edificio, primer piso, había un consultorio. Y la otra -la otra vengo a ser yo- se mandó nomás.
Entré a una sala de espera con suficientes personas como para hacer un papelón y que hablen de mí el resto de tiempo que les quedara hasta ser atendidos -y más también-. Le dije a la recepcionista medio de lejitos que tenía un turno con el Dr. Lopez pero que estaba perdida y no sabía si estaba en el lugar indicado o no. La señora me comentó que había un traumatólogo y un oftalmólogo y uno era el Dr. Lopez pero no estaba atendiendo. Ok, definitivamente estaba en el lugar equivocado. Saludé y me fui.
Cuando salí lo veo al encargado nuevamente y le dije que no era ese consultorio al final. Le pregunté si sabe de otro -ya que estamos de papelonera- y se da vuelta y me dice: sino ahí en frente.
¿Quieren saber lo que había en frente? Había un cartel gigante, luminoso, alto, bien llamativo que decía “CENTRO OFTALMOLÓGICO”.
Crucé al mejor estilo Phoebe y le expliqué a la chica de recepción que me había perdido.
No dejo de sorprenderme de mi misma, día tras días, semana tras semana, año tras año...
Resulta que salí a las corridas del trabajo para ir al oftalmólogo. Tan a las corridas que casi me olvido de llevar la dirección. Entré rápido a la ofi nuevamente agarré un papelito, copié dire y salí corriendo.
Obviamente no sé qué catso le paso al cole en el camino que estuvo frenado 10 minutos, yo desesperada porque llegaba re tarde. Finalmente me bajé y caminé velozmente hasta el consultorio. Llegué a la puerta. Puerta negra. Dos timbres, ninguno decía nada. Toco los dos -ya era re tarde-, nadie contesta. Toco de vuelta, bien fuerte. Me atienden.
- Tengo un turno con el Dr. López
- No, acá no hay ningún Dr.
- Ah… bueno. Gracias
Ehm… ¿y ahora qué? ¡LPM! ¿Puedo ser tan pelotuda de no anotar el teléfono por las dudas? ¿Puedo? Sí, puedo. Bueno, pensá Alba, pensá. Entro a la cartilla online con el celu de trabajo. Mientras, caminaba y miraba los timbres a ver si decían algo.
En eso, veo un encargado en la vereda. Le pregunto sobre un consultorio. Me dice que en tal edificio, primer piso, había un consultorio. Y la otra -la otra vengo a ser yo- se mandó nomás.
Entré a una sala de espera con suficientes personas como para hacer un papelón y que hablen de mí el resto de tiempo que les quedara hasta ser atendidos -y más también-. Le dije a la recepcionista medio de lejitos que tenía un turno con el Dr. Lopez pero que estaba perdida y no sabía si estaba en el lugar indicado o no. La señora me comentó que había un traumatólogo y un oftalmólogo y uno era el Dr. Lopez pero no estaba atendiendo. Ok, definitivamente estaba en el lugar equivocado. Saludé y me fui.
Cuando salí lo veo al encargado nuevamente y le dije que no era ese consultorio al final. Le pregunté si sabe de otro -ya que estamos de papelonera- y se da vuelta y me dice: sino ahí en frente.
¿Quieren saber lo que había en frente? Había un cartel gigante, luminoso, alto, bien llamativo que decía “CENTRO OFTALMOLÓGICO”.
Crucé al mejor estilo Phoebe y le expliqué a la chica de recepción que me había perdido.
No dejo de sorprenderme de mi misma, día tras días, semana tras semana, año tras año...
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6 valientes me dicen...:
jajaj como siempre....GE-NIAL!
besos...
Jajajajajajaja, me haces matar de risa nena.
Besote grande.
diossss....vos tendrias q reencarnar en un emo!!!jajajajaj suele pasarrrr
Saludos!
El Huevón
p.d: odio q mi chica se sienta identificada con vos... D:
jajajaj
jajajaja Bienvenida a mi mundo! =)
Mientras leía tuv eun DejaVu! jajajaja & es que a todas las despistadas nos sucede C;
Saludosss!
Si, si... a mi tambien me pasan esas cosas. Una vez sali para un consultorio SIN la direccion. Suerte que a dos cuadras había un local de osde... tuve que esperar que abra, porque era temprano y pedirles que me presten una cartilla.
Papelon total
Ahora, hablando de oftalmología... nena, podrías ponerle una letrita más grande a tu blog? Me saco los ojos tratando de leerte!!! Y eso que estoy con los anteojitos!
Besos
M.
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