El universo me preparó una sorpresa...

Resulta que hoy me dispuse a abrir mi cuenta de Facebook, a la cual no accedía hace unos dos días. Veo que recibí un mensaje. “Seguro que es spam”, pensé. ¡Qué equivocada que estaba! ¡No tenía idea de lo que me iba a pasar en cuestión de segundos! 

Era un mensaje de él. ÉL. Sí, Nacho. La persona que me hizo tanto daño el año pasado (obviamente que yo dejé que sucediera, pero eso no quita lo cruel de sus acciones). El mensaje decía: “Nunca mas me vas a hablar? tengo mil cosas para contarte me encantaria tomar un helado con vos”. Palabras textuales. Copypasteado. 

CHAN. Desesperación + Desconcierto + Ansiedad + Parálisis + Nervios + Curiosidad = Colapso Nervioso.

Automáticamente le envié un correo a mi mejor amiga para que me llame y lo hizo. Yo ya sabía lo que tenía que hacer, pero necesitaba que ella me ayude a tranquilizarme y me ayude a razonar. 

Hablé con mi amiga unos cinco minutos, me tranquilicé, razoné y ya estoy mejor. 

Odio que este flaco aparezca cuando se le canta el reverendo orto y que yo le de el poder para descolocarme de esta manera. Ha pasado UN AÑO y todavía tiene poder sobre mi persona y tiene poder sobre mi persona porque se lo doy. No puede ser así. No puede ser así. 

Encima yo me quiero engañar a mi misma. Estoy tentadísima de engañarme a mi misma y hacerme creer que yo AHORA puedo controlar la situación. Yo lo puedo ver y controlar la situación. ¡MENTIRA! Es una MENTIRA. No caigas en tu trampa Alba. Es obvio que si me pongo de vuelta en contacto con él la historia se va a repetir, voy a permitir que se repita. Y honestamente, no quiero. No quiero que se repita. 

¿Y si no se repite? ¿Y si de verdad podés controlar la situación? 

¡No! ¡Basta! ¡Listo! ¡Olvidate! ¡No se habla más! ¡No pasó nada! Ya está. El señorito tuvo su oportunidad y no te trató como merecés que te traten.